En medio de las crecientes presiones inflacionistas, los tipos de interés más altos y el mayor riesgo geopolítico en Oriente Medio y Ucrania, podría perdonarse que los inversores mundiales adopten una visión cautelosa de los mercados actuales de renta variable. Sin embargo, Paul Loudon, de Walter Scott, cree que los inversores siempre se han enfrentado a periodos de riesgo y que un enfoque a largo plazo puede ayudarles a navegar por las agitadas aguas del mercado.
"Ahora más que nunca hay muchas amenazas y preocupaciones que vuelven a surgir y que pueden afectar a los mercados de renta variable", afirma.
"Dicho esto, y aunque vivimos tiempos inciertos, esto no es nada nuevo. De hecho, siempre existe cierto grado de incertidumbre en los mercados. Creemos que lo fundamental es que los inversores mantengan la calma, no se dejen llevar por el pánico y mantengan el rumbo manteniéndose fieles a su filosofía básica."
Loudon señala la resiliencia a largo plazo de los mercados de renta variable. Destaca que su ascenso histórico se ha producido a pesar de contratiempos a corto plazo que van desde la crisis financiera mundial (y otros sucesos conmocionantes para el mercado como el 11-S) hasta vivir la peor pandemia mundial en más de un siglo. Teniendo esto en cuenta, cree que los inversores deberían seguir centrados en invertir en empresas de calidad para capitalizar la revalorización y el crecimiento del mercado a largo plazo.
"Vivimos en un mundo incierto. Sin embargo, a pesar de todos los escenarios de alto riesgo y a menudo aterradores que hemos visto, los mercados han ido subiendo sin cesar a lo largo del tiempo", añade.
Loudon cree que el ingenio y el esfuerzo de la humanidad seguirán prevaleciendo y permitirán a las empresas generar valor económico, creando oportunidades atractivas para inversores pacientes y comprometidos.
Subraya que, aunque las predicciones a corto plazo y la toma de decisiones de inversión a menudo pueden resultar poco fiables, mantener el rumbo a largo plazo puede ser la clave para generar beneficios más resilientes y sustanciales.
Ruido de mercado
"En nuestra opinión, hay tanto ruido y aleatoriedad a corto plazo, que es casi imposible predecir qué empresas y sectores irán bien dentro de seis meses. Lo que sí es posible es encontrar empresas que aporten valor a largo plazo.
"Para ello, los inversores deben ser coherentes y “centrarse en lo conocido” de su filosofía y proceso de inversión. Puede ser tentador intentar obtener beneficios, pero en nuestra opinión, la disciplina y la paciencia tienden a dar sus propios frutos".
Aunque aboga por un enfoque de inversión a largo plazo, Loudon cree que es crucial invertir en empresas de alta calidad con perspectivas de crecimiento positivas y que estén dirigidas por equipos directivos muy competentes. Según él, esto debería ofrecer más posibilidades de ganancias a largo plazo y ayudar a aislar a los inversores frente a posibles episodios de volatilidad del mercado.
"En estos mercados volátiles, invertir en activos y renta variable de calidad es más importante que nunca. Si usted es inversor a largo plazo, no le conviene invertir en empresas de baja calidad, muy cíclicas o deficitarias, que podrían perder dinero.
En nuestra opinión, los inversores deberían buscar y exponerse a valores de renta variable de alta calidad emitidos por empresas que disfrutan de vientos favorables que pueden ayudarles a crecer a largo plazo. Nos parece que el tiempo es el mejor amigo de las empresas de calidad y el enemigo de las empresas de baja calidad. Creemos que las empresas de calidad, con rendimientos elevados del capital y balances sólidos, superarán la prueba del tiempo y también tenderán a obtener buenos resultados en épocas turbulentas", añade.
Avance tecnológico
Desde una perspectiva sectorial, Loudon considera que se están creando muchas oportunidades nuevas en áreas como la inteligencia artificial (IA) y la automatización industrial que, en su opinión, crecerán con el tiempo.
"La IA está absolutamente a la vanguardia para ayudar a las empresas a reducir costes y aumentar la productividad. A medida que nuestras sociedades envejecen y los costes salariales suben, la automatización industrial aumenta, y las empresas que pueden automatizar los procesos salen realmente beneficiadas.
"Como facilitadores de IA, el avance de la tecnología de calidad de los semiconductores y la miniaturización de los semiconductores son clave y creemos que podrían crear muchas oportunidades nuevas y atractivas de inversión en el futuro", concluye.