"Ante las diversas predicciones del año pasado, las últimas cifras han sorprendido a los analistas. Aunque hay divergencias crecientes en algunas economías como EE. UU. y China, en general estamos viendo datos mucho mejores de lo que se esperaba en un principio", afirma.
"Los bancos centrales han avanzado mucho en la lucha contra la inflación. Y aunque el mercado laboral europeo aún parece algo sobrecalentado (con un desempleo bajo y unos salarios al alza), las expectativas de subida de los tipos de interés están disminuyendo en relación con las de EE. UU. Todas las cifras económicas a corto plazo parecen mostrar lo mismo: que las cosas están mejorando para la economía europea y los mercados de renta fija."
Presiones salariales
A pesar de estos signos de mejora, LaRusse advierte de que en el sector europeo de servicios se aprecia cierta debilidad tras la pandemia. También espera que el BCE siga afrontando fuertes presiones salariales a lo largo de 2024. A nivel regional, LaRusse observa divergencias crecientes entre el norte y el sur de Europa, y los datos recientes del índice de gestores de compras (PMI) sugieren un fortalecimiento en el sur de Europa y un debilitamiento en el norte de Europa.
Las constantes presiones inflacionistas persistieron a lo largo del año pasado, lo que llevó a algunos analistas a pronosticar recortes de los tipos de interés a lo largo de 2024. Sin embargo, como la inflación ha bajado, LaRusse cree que ahora son más realistas las expectativas del mercado sobre los recortes de los tipos de interés.
"Antes de Navidad, algunos analistas de mercado preveían recortes de tipos de 150 puntos básicos en 2024. Ese tipo de cambio solo ocurre si nos enfrentamos a una recesión muy profunda. Afortunadamente, los mercados están rebajando sus previsiones de recorte de los tipos de interés, y no parecen descabelladas las predicciones de un recorte del uno por ciento de los tipos este año", estima.
Aunque los mercados europeos de renta fija parecen estabilizarse, la incertidumbre de los inversores nunca está lejos. Este año se celebran elecciones en EE. UU. y en varios países europeos, lo que podría provocar un aumento de la incertidumbre y de la volatilidad de los mercados. Sin embargo, LaRusse se muestra tranquila y cree que los mercados de crédito han demostrado anteriormente que son lo bastante resilientes como para capear la mayoría de las sorpresas electorales.
"Aunque a los inversores mundiales no les gusta especialmente la incertidumbre que generan las elecciones, los mercados de riesgo, como el crédito y la renta variable, han tendido a comportarse bien en el momento de las elecciones y han seguido ofreciendo rendimientos positivos", comenta.
Optimismo de mercado
Al sopesar las perspectivas inmediatas de los mercados de crédito europeos, LaRusse afirma que tanto los fundamentos como los márgenes parecen sólidos, y que los inversores observan un nivel generalmente bajo de incumplimientos en el mercado.
"Desde el punto de vista del crédito, el impulso de los bonos europeos con grado de inversión (IG) ha seguido siendo positivo, y creemos que en estos momentos Europa parece relativamente barata en comparación con el crédito estadounidense. Desde una perspectiva sectorial, vemos valor en el sector financiero europeo, pero también en el de servicios públicos, un sector que ha registrado emisiones recientes importantes y que puede ofrecer algunas cualidades defensivas.
"A medida que cambie la geopolítica, y con la escasez de nuevos bonos europeos con grado de inversión para comprar, también esperamos ver un mayor gasto en defensa europea, financiado en gran medida a través de la deuda, mientras que la emisión neta de deuda pública europea también es probable que siga siendo elevada", concluye.