Los artículos ostentosos son sin duda populares. Los artículos de lujo, como los relojes, han obtenido buenos resultados restringiendo la oferta y produciendo ediciones limitadas. De hecho, la industria relojera se ha convertido en una buena reserva de valor. Si observamos los precios de los relojes de lujo en el mercado secundario, vemos que han subido. Hay algunos sitios web en los que se puede vender un reloj de alta gama de segunda mano y su valor se revaloriza inmediatamente debido a la oferta limitada. Las marcas lo hacen a propósito. Un artículo se convierte en lujo porque se crea una demanda superior a la oferta, y las marcas quieren ser percibidas de esa forma.

El lujo sin precios desorbitados se ha generalizado. Los consumidores compran un producto de entrada y luego se “enamoran” de la marca. Y a medida que sus ingresos aumentan con la edad, pueden preferir productos Premium. Primero se compra el llavero, luego la pulsera más cara, y más tarde el pañuelo más caro. Luego, tras unos años, el bolso, que puede costar cientos o incluso miles de dólares.

Maria Toneva, Subdirectora de análisis de renta variable mundial, Newton Investment Management

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